Miles de libaneses empezaron a manifestarse el sábado en una importante protesta contra la clase política, a la que responsabilizan de la terrible explosión que devastó una parte de Beirut con un saldo de más de 150 muertos, 6.000 heridos y unas 20 personas aún desaparecidas.
Dos días después de una histórica visita del presidente francés Emmanuel Macron, la actividad diplomática se intensifica para organizar la ayuda internacional al país de Medio Oriente, en vísperas de una conferencia de donantes.
Por cuarta jornada consecutiva, Beirut se despertó con el ruido de los vidrios rotos recogidos en las calles por los habitantes y un ejército de voluntarios, con escobas, movilizados desde muy temprano.
La gigantesca explosión en el puerto, el martes, cuyas circunstancias aún no han sido esclarecidas, habría sido provocada por un incendio que afectó un enorme depósito de nitrato de amonio, una peligrosa sustancia química.
La catástrofe ha dejado al menos 158 muertos y más 6.000 heridos, de los cuales unos 120 en estado crítico, según el balance del sábado del Ministerio de Salud libanés.
La embajada siria informó el sábado que entre las víctimas habría 43 sirios.
El ministerio de Relaciones Exteriores holandés también anunció la muerte de Hedwig Waltmans-Moltier, esposa del embajador holandés en Líbano Jan Waltmans, a causa de la explosión.
Además, hay 300.000 beirutíes sin techo y 21 personas continúan aún desaparecidas, mientras se reducen las esperanzas de hallar supervivientes.
- "El Juicio Final" -
Aún en estado de conmoción por esta explosión de una violencia sin igual en la historia del país, muchos libaneses piden cuentas a una clase política a la que denuncia de negligencia y corrupción.
En la plaza de los Mártires, epicentro de la protesta política desde octubre pasado y donde tiene lugar la manifestación de este sábado por la tarde bajo el lema "el Juicio Final", militantes ya colocaron una horca.
"Luego de tres días dedicados a retirar los escombros y a curar nuestras heridas, es hora de dejar explotar nuestra cólera y sancionarlos por haber matado gente", afirma Farès al Hablabi, de 28 años.
"Debemos levantarnos contra todo el sistema (...) el cambio tiene que ser a la medida de la magnitud de la catástrofe", agrega este militante que salió a la calle cuando se inició la protesta popular el 17 de octubre de 2019.
Si el movimiento se desinfló en los últimos meses, especialmente a raíz de la pandemia del nuevo coronavirus -que continúa agravándose en el Líbano-, la tragedia podría reactivarlo con más energía.
- Videoconferencia de donantes -
Entre tanto, del lado de la comunidad internacional, una videoconferencia de donantes tendrá lugar el domingo a las 12H00 GMT coorganizada por la ONU y Francia, indicó la presidencia del país europeo.
"¡Todos quieren ayudar!", tuiteó el presidente estadounidense Donald Trump, precisando que la videoconferencia reuniría a "Macron, los responsables políticos del Líbano y responsables de otros lugares del mundo".